Ricky
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Futuros recuerdos II: El grupete del Alas
Comentario editorial
“Futuros recuerdos II: El grupete del Alas”, es una narración futurista irreal, basada en personas reales.
Las historias y situaciones imaginadas en el relato, son una ínfima recopilación de las incalculables historias y situaciones que he fantaseado durante su desarrollo. Es el producto de un selectivo casting de ideas, para mi gusto, las más ingenuas y divertidas.
Se fecundó la noche del 5 de Octubre de 2013, tras una charla entre Luis (el anfitrión), Miguel, Enri y Yo, y nació al día siguiente, después de gestarse durante toda esa noche.
Espero que nadie se tome a mal lo dicho sobre su persona, porque el objetivo no es ofender a nadie, sino reírnos un poco de todos, imaginando como seremos dentro de 30 años.
Esta crónica del futuro, solo puede ser apreciada por sus protagonistas, a quienes invito a dejar volar su imaginación, proponiendo más historias y situaciones, hasta convertir esta narración de unas pocas páginas, en un relato interminable.
Gracias a los protagonistas: Chicho y Fer, Enri y Pao, Luis y Grachu, Claudio y Vale, Ale y Gabi, Fabi y Andre, Carlitos y Nadia, Miguel y Claudia, Gabi y Vale, y Javi y Patri, por habernos (a mí y a toda mi familia), hecho pasar tantos y tan buenos momentos inolvidables en estos últimos cuarenta años.
Gracias a Sil, por bancarme hasta cualquier hora escribiendo estas raras ocurrencias, e instarme a seguirlas cuando pensé abandonarlas. Y POR BANCARME SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE!
Gracias a Santi y Feli, porque si no hubiera sido por ustedes, no hubiese conocido a este maravilloso y divertido Grupete del Alas.
Ricardo Somoza - Nov/2013
Aclaración: Siento la obligación de aclarar, que el futuro recuerdo de Luis, fue escrito íntegramente antes del accidente de Aldo, y me pareció inoportuno modificarlo.
Transcurre el año 2043 y…
Chicho, abrió su noveno geriátrico, pero en su propia casa, donde vamos todos los fines de semana unos cuantos integrantes del grupete del Alas a comer picadas, asado, verduras y su incomparable ensalada de fruta (absolutamente todo comprado en el mercado central, por su sobrino Federico, a un precio increíble). Si hay chicos (es decir, nietos), primero comen ellos en cuatro o cinco minutos, así se van a jugar con la nueva máquina de realidad virtual que compró Chicho de oferta, a un vendedor callejero, el mes pasado, y que instalaron (no sé cómo) los empleados del geriátrico.
Dice Chicho que éste, será su gran año, pues se postuló con mucha esperanza, a la presidencia del centro de estudiantes de la facultad de medicina. Desde que desapareció el radicalismo, se incorporó a las filas del partido demócrata cristiano, presidido por Monseñor Mariano Fazio (miembro honorario del Movimiento Opus Dei Argentino), y desde allí, piensa desplegar todo su potencial político.
Fernanda, llegó finalmente a tener su cátedra propia, en la facultad de Psicología, lo que la llena de placer y orgullo. Sus clases son realmente populares. En forma paralela, con muchos de sus alumnos, organiza grupos de investigación, que son muy reconocidos en el mundo científico. En el año 2039 recibió el primer premio “Super can”, otorgado por la “Federación Internacional Perros de Pura Raza “, por el trabajo titulado “El pensamiento lineal y lateral del perro”. Este trabajo, demostró fehacientemente que los perros piensan, y en algunos casos, más que algunos de nosotros.
Fer, hace unos meses, tuvo que volver a hacerse un retoque mamario, aparentemente las siliconas se habían aflojado un poco. Chicho, dice irónicamente, que por tanto sexo.
Todos los años, la familia Chichotky se va tres o cuatro veces por año de viaje, y los tiene contratados hasta mediados del 2049 con la sobrina de Pao, que les organiza todo el periplo. En cada viaje, recorren alrededor de 2000km. diarios, con el fin de conocer la mayor cantidad de lugares posibles. A veces vuelven exhaustos. Años atrás, cuando acompañaban a Matías a jugar los importantes torneos de tenis internacionales en los que participaba, Ernesto veía los partidos por TV desde el hotel, porque sino Mati no se podía concentrar.
En el caso de la familia Mizrahi, Dani siguió con el emprendimiento familiar iniciado por el padre hace casi cuarenta años, y se dedica a vender ropa barata, blanco y jueguitos de play, en el ya tradicional local “ENDOX junior”, ubicado en Av. Corrientes, entre Olleros y Maure, en el barrio de Chacharita. Enri lo acompaña y ayuda todas las tardes. A la mañana, es poco común que vaya al local, porque le cuesta levantarse temprano. En invierno, además, tiene el problema que, debido a la escarcha matinal, no le arranca la vieja Meriva “EPA294”.
Enrique está un poco más rezongón últimamente; por tal motivo, es necesario comunicarle con anticipación el menú del fin de semana en el geriátrico de Chicho, para saber si viene. Siempre nos acordamos la vez que, debido a la lluvia, cambiamos asado por pastas, y se fue a comer a McDonals.
Pao, sigue trabajando en el negocio de Néstor (su cuñado), en Once, pero desde hace 10 años, trabaja sólo hasta el mediodía. Aprovechando esta circunstancia, en el verano, todos los días después del almuerzo, baja al parque de su edificio, con su vieja reposera playera, y se queda de dos a siete de la tarde achicharrándose al sol; de vez en cuando se pega un chapuzón, toma un poco de agua y vuelve a su estado de lagarto.
Por otro lado, por prescripción médica (y de familiares y amigos), desde ya hace veinte años practica el “Ashtanga yoga” (o yoga de los ocho miembros), que es una milenaria disciplina física y mental Hindú, ideal para eliminar el estrés y aprender a auto controlarse. Hace mucho que no se la escucha vociferar “…¡¡¡Que parte de no entendiste!!!...”; ahora, si Magi tarda en responderle, mira al suelo, cierra sus ojos, junta la punta de sus dedos y dice mansamente “… OMMM…”
Casi todos los días, mientras toma sol en el parque, cuida a “los nenes” (es decir, sus nietos), a quienes atiende y controla desde su particular centro de vigilancia: la reposera. Enri, en cambio, las pocas veces que está, juega con los chicos como si fuese uno más; los provoca, los pelea y se revuelca por el pasto con ellos. Al final, siempre lo dejan en el piso, y se cagan de risa viendo que al abuelo, lo tienen que levantar entre tres o cuatro vecinos.
Pao, hace unos meses, tuvo que volver a hacerse un retoque mamario, aparentemente las siliconas se habían aflojado un poco. Enri, dice irónicamente, que por mucho sexo, aunque no sabe con quién.
Luis, después de la crisis del año 2021, cerró todos los negocios de ropa que tenía en el interior, y se volvió evangelista. Junto a Aldo y Gonzalo (sus hermanos varones), su hermana (con quién se reconcilió después de la mencionada crisis económica), y su padre (casi centenario), inaugurarán próximamente una nueva “Iglesia universal del reino de Dios”, en Talapampa, departamento de La Viña, en la provincia de Salta. Es el trigésimo segundo templo que abre en el país, que recorre de punta a punta, mensualmente, en busca del diezmo de los fieles.
Grachu, está todo el día llevando y trayendo nietas de acá para allá; tiene doce nietas mujeres (todavía ninguno varón). Tan grande es la demanda y la cantidad de actividades de las chicas, que ya hace años, desde que cerró el club Comunicaciones, que abandonó el Hockey.
Grachu, hace unos meses, tuvo que volver a hacerse un retoque mamario, aparentemente las siliconas se habían aflojado un poco. Luis, dice irónicamente, que por falta de sexo.
Claudio sigue trabajando en Natan. Amaga todos los años con jubilarse, pero siente que no puede hacerles eso a los hijos de Coqui, porque todavía no están suficientemente preparados para manejar el negocio. Por tal motivo, aunque tiene ochenta días de vacaciones al año, nunca se va más de quince. A pesar de ello, en ocasiones especiales, se pide unos días para ayudar a organizar el bar o bat de alguno de sus nietos, cosa que fastidia bastante a los hijos de Coqui, aunque se la tienen que bancar sin chistar.
Vale, en cambio, dejó de trabajar en el Hospital “Enrique F. Erill” de Escobar (donde erigieron un busto conmemorativo a su trayectoria y a su especialidad), para dedicarse de lleno al cuidado de sus nietos. Los lleva y trae del colegio, les prepara la merienda y de vez en cuando van al cine. Recuperada ya de la disfunción de la articulación témporo-mandibular que sufriera el año pasado (según presumen, después de haber estado hablando durante 17 horas ininterrumpidas con familiares y amigos), está tratando de cambiar el hábito, haciendo descansos de quince minutos, entre charla y charla.
Respetando una vieja tradición familiar, los viernes sigue siendo el día de reunión obligado de los Gorbato: hijos, nuera, yerno, nietos, novias, novios y amigos (del Alas o Macabi), van a casa de ellos para celebrar el shabat, ocasión en la que Vale cocina una amplia variedad de platos kosher, como para cincuenta personas, aunque pocas veces superan los quince comensales. El shabat es tan importante para ellos, que Gorbi no se junta los viernes con Santi, Mati Chicho y Nahue para jugar al "Paddle Special 44" (espectacular jueguito de la “Play XVII”), va solamente los lunes en lugar de Santi.
Ale y Gaby, después de haber vivido en Perú durante 8 años y regresar a la Argentina, se fueron a Colombia durante 3 años más, y pasaron 2 temporadas en Chile. Ale, además de haber trabajado para la comunidad de la República Cooperativa de Guyana, participó con un cargo ejecutivo, representando a Latinoamérica, en las Macabeadas del 2029, que por primera vez se hicieron fuera de Israel: en la ciudad de Riyadh, capital de Arabia Saudita. Ya de vuelta en el país, desde hace alrededor de 10 años, Ale dejó la actividad de director deportivo que llevaba adelante en los clubes de la comunidad, y volvió a dedicarse a su verdadera vocación: El teatro. Se pasa días enteros haciendo casting, y aunque no es fácil conseguir un buen papel, va entusiasmado porque dice que es muy divertido.
El ante penúltimo año pasado, Ale y Gaby, concretaron un sueño que habían postergado por años, y se fueron durante 6 meses al país de sus ancestros: Israel. Allí, se instalaron en el kibutz “Ein HaShlosha”, al oeste del desierto de Negev (cerca de la frontera con Gaza), donde fueron acogidos muy cálidamente por todos sus miembros. Cuentan que fue una experiencia fascinante, un semestre inolvidable; durante todo el tiempo que permanecieron en el kibutz, Gaby trabajó en el chacinado del chorizo y la salchicha de pavo, mientras Ale se dedicó a hacer sociales con viejos y nuevos amigos israelíes, con quienes compartió largas tertulias y agradables fumatas.
Realmente Gaby volvió renovada de ese viaje, muy activa y un poco harta de comer verdurita y pollo, así que ahora, cada vez que nos juntamos a comer un asado, le entra a la entraña, la tira y al vacío sin asco.
Fabián, ya hace quince años que está jubilado, pudiendo de esta manera, liberarse de la pesada carga del yugo laboral que lo atormentó durante toda su vida. Ahora, vive tranquilo, yendo una o dos veces por semana a “tirar” al golf, batiendo records en los jueguitos del teléfono (es rey del candy crush versión XXIII), conversando por skype con amigos o mirando películas que baja gratis de internet.
Andrea, en cambio, compra ropa a mayoristas o de liquidación, y la revende de casa en casa. El boca a boca le funciona muy bien, y el grupete le dio una buena mano con la difusión. Organiza multitudinarios tés, de los que participan mujeres de todas las edades y de los más variados estratos sociales. Allí vende y se relaciona con mucha facilidad, provocando una cadena interminable de reuniones. En ocasiones, cuando tiene la oportunidad, acrecienta su negocio ofreciendo palos de golf a los maridos anfitriones.
Por otro lado, se “enganchó” con mucho entusiasmo del “Coro de la tercera edad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, participando ad honorem de importantes eventos en jardines de infantes y geriátricos.
Carlitos y Nadia, inauguraron la semana pasada el cuarto local de la cadena más importante de dietéticas del barrio de Villa Crespo: “Ninax: La dietética que te engorda de felicidad”. Todas las mañanas, como siempre, Carlitos recorre los cuatro locales levantando sus persianas (para que Nadia no haga fuerza), y luego se va volando a recoger los pedidos de los clientes de la distribuidora. Nunca puede terminar de organizar su negocio como lo desea (es el karma de su vida), porque siempre tiene una cantidad insuficiente de personal; en lo que va del año, ya reemplazó 17 veces a su empleada administrativa.
En la faz deportiva, Carlos va los lunes a paddle, los martes a tae kwon do, los miércoles a ping pong, los jueves a futbol y los viernes a paddle. Como todavía le quedan libres los sábados y domingo, Luis le insiste que juegue básquet, pero no sabemos si lo está cargando.
Nadia, en cambio, durante las mañanas recorre los locales, controlando que todo funcione correctamente. Es tan exigente con sus empleadas, que hace dos recorridas diarias: en la primera averigua sonrientemente que es lo que necesitan; y en la segunda va de incógnito, disfrazada de cliente, o espía con binoculares desde la copa de algún árbol, para verificar que las chicas cumplan correctamente con su labor.
Por otro lado, pudo cumplir el sueño de su vida, cuando abrió su propia academia de baile "Veni a bailar con Nadia", donde enseña, todas las tardes, danza clásica árabe. A sus clases asisten entusiasmadísimas todas las mamas del Alas y Chicho.
Miguel dice que a partir de este año no toma más clientes nuevos; parece estar cansado de trabajar sábados y domingos, y cree que es hora de estar un poco más con la familia y amigos. Inclusive proyecta, por primera vez en su vida, reducir la cartera de clientes, quedándose únicamente con los que verdaderamente vale la pena conservar: “La corpo evangelista” de los Gutiérrez, “Ninax: La dietética que te engorda de felicidad” de los Sarser, “ENDOX Junior” de Dani Mizrahi, y sólo unos pocos más.
Claudia ya no da clases en ORT, se jubiló, y tampoco cuida a sus nietos, porque dice “...que cada padre se haga cargo de sus hijos, como yo me hice cargo de los míos...” . Todas las tardes va a correr quince vueltas al Parque Centenario, y cada tanto Miguel la tiene que ir a buscar, refunfuñando, porque la enchtrershiana, se pelea con alguno de los que corren desordenadamente en sentido contrario a ella, y tiene que intervenir la guardia municipal del parque.
A Gabriel y Valeria les quedó hermoso el nuevo piso que construyeron sobre la vieja casona de “La Martona”. Allí, el matrimonio vive feliz, junto a Ema y los “trillizos Días”, que nacieron pocos días antes que su hermanita cumpliera 3 años de edad y un año después que Sil lo soñara. La noticia, ¡fue una bomba! A partir de dicho acontecimiento, la necesidad de estar más cerca de su numerosa familia, y de incrementar sus ingresos, hizo que Gaby decidiera cerrar el estudio de abogacía y dedicarse de pleno al comercio. Viaja entre tres y cuatro veces por año a Colombia, de donde trae mucha merca
dería que produce la fábrica que heredó de su padre, y que revende con buen margen de ganancia, en Argentina.
Javier dejó de ser visitador médico hace muchos años, desde que se jubiló. Dice que lo agotaba viajar. Sin embargo, está planeando una gira, el año próximo, durante seis meses, por doce provincias de todo el país, con su viejo grupo “Nicotina”. Patri, cuenta que lo va a extrañar, pero en el fondo se la nota entusiasmada, cuando dice “…y bueno, si a Javi le hace bien!...”; y a continuación propone “…Chicas, ¿por qué no hacemos lo mismo, pero por las otras doce provincias?...”.
La gira, incluirá los temas tradicionales de su repertorio y nuevos temas. Realmente el gusto musical de Javi fue cambiando con los años, y desde hace tiempo incursiona la cumbia villera con gran entusiasmo; de hecho, tomó unas clases de “rallador” con Pablo Lescano (ex Damas gratis). Ahora, cada vez que nos juntamos en alguna casa (o en el geriátrico de Chicho) y se arma una guitarreada, Luis lo vuelve loco para que toque la viola.
Patri, hace unos meses, tuvo que volver a hacerse un retoque mamario, aparentemente las siliconas se habían aflojado un poco. Javi, no dice nada irónicamente.
Sil se puso a estudiar chino, con el hijo del dueño del supermercado de Julián Álvarez y Velasco, para ayudar a Benjamín, nuestro nieto mayor (hijo de Feli), que tiene que viajar a China el mes próximo, enviado por el trabajo. Al mismo tiempo que dirige la reforma de uno de los locales “Ninax: La dietética que te engorda de felicidad”, construye un stand de la “Iglesia universal del reino de Dios” en “Expo Franquicias y Negocios 2043” (en la rural), y decora el nuevo piso que construyera Gabriel en La Martona, ayuda al resto de nuestros nietos en sus estudios: les prepara tarea, les busca información en internet y les hace los resúmenes y las maquetas que necesitan para el colegio.
Todas las mañanas, Sil se levanta muy temprano, para llevar a Santi al trabajo, en nuestro nuevo “Porsche Panamera S E-Hybrid Solar Hiper Ultra Turbo 64v” modelo 42 (que duerme en la calle). Siempre encuentra una buena excusa para hacerlo: cuando hace frío, para que no se resfríe; cuando llueve, para que no se moje; cuando hace calor, para que no viaje hacinado en el renovado “Súper Ultra Metro Bus” que recicló la actual jefa de gobierno, Manuela Rodríguez Larreta. De paso recoge a nuestros nietos, levanta a un par de amiguitos por el camino y los lleva al colegio. Va a todos los actos y reuniones que propicia la escuela, aún la de los otros grados, argumentando que “…Como me hice amiga de las Mamas y las Abuelas de los chicos, en la puerta del colegio…”.
Yo, Ricky, estoy por terminar el nuevo sistema para Windows de gestión administrativa “Andrómeda”, que vengo haciendo desde el año 2006, y que esta vez estoy más cerca que nunca del final. Cuando lo termine, prometo que largo todo y me dedico a las tres grandes pasiones de mi vida: la familia, la escritura y los deportes. Por otro lado, estoy ULTRA FELIZ, porque la semana pasada recibí el primer comentario del post “Un mundo sin dinero es posible”, que escribí entusiasmadísimo en mi página hace 30 años, y que por fin, alguien tuvo la delicadeza de leerlo. La verdad, es que el comentario no fue bueno, más precisamente fue duramente crítico, pero no me importa, me emociona saber que alguien lo haya leído.
Por otro lado, estoy esperando ansioso mi cumpleaños, porque Pao, Fer, Grachu y Patri, me prometieron que a los ochenta, me harían el maravilloso regalito que no se animaron a hacerme a los cincuenta: el re-toque mamario; pero… me pregunto… ¿será lo mismo? ¡Vamos a ver! Me entusiasma saber que las cuatro, están con cubiertas nuevas.
Por suerte, poco a poco, cada uno de nosotros, hemos podido cumplir sueños. Pero no los fantásticos sueños de juventud, esos fabulosos e inalcanzables sueños adolescentes; si no los otros sueños, los más simples, los cotidianos, los que se renuevan a diario dejando paso a uno nuevo, esos pequeños sueños que nos provocan ilusión, entusiasmo, deseos, emoción, y que cada vez que se cumplen, nos colman de felicidad. Esos sueños que son el motor e impulsor de nuestras vidas, que nos fuerza a ponernos de pié siempre y nos obliga a caminar.
El año pasado, durante el último viaje de hombres a Pinamar (mi primer viaje de varones), Chicho propuso que realicemos una gran fiesta el próximo verano en Mar del Plata, para celebrar los primeros 40 años ininterrumpidos de veraneo en “La Feliz”, en los salones aéreos del renovado balneario del ACA, frente al mar. Afortunadamente, han modernizado mucho el complejo, incorporándole ascensores y rampas automáticas, que nos permite desplazarnos con mayor facilidad, sin tener que caminar (pues padecemos los achaques propios de la edad).
Otra vez, como desde hace 40 años, coparemos las instalaciones del complejo durante la primera quincena de febrero. Con Enri, queremos ver si llegamos a la meta de 10 campeonatos de truco (todo un record para el balneario), aunque no va a ser fácil, pues cada vez son más difíciles los rivales y a Enri, le cuesta más cerrar los dos ojos juntos. Fue increíblemente divertido, el verano pasado, ver como Claudio y Chicho perdieron en segunda ronda con las nietas del productor teatral con el que nos cruzamos sistemáticamente todos los años en el balneario (y que nunca me acuerdo su nombre); Chicho todavía está puteando y repite solo, como un tonto, con tono burlón: “…Tenés el pinche… ese que pincha…”.
Este año parece que vamos a ir todos, otra vez, como casi siempre. Chicho está en tratativas para alquilar el salón (esperando una contraoferta, de su contraoferta, por la contraoferta que le habían hecho). Además, ya seño varios departamentos en Punta Mogotes y habló con “Karinita” (la hija de Karina), que es prácticamente la nueva dueña del balneario, para reservar las carpas, que aún no sabemos si van a ser cuatro o cinco, porque Claudio... todavía no confirmó.
FIN
Ricardo E. Somoza
Noviembre 2013
2013
2043
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