Ricky
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¿Víctima o culpable?
¿Víctima o culpable? ¿Que soy en ésta sociedad intolerante y salvaje?
¿No me comprenden, o yo no los comprendo?
¿Porque no puedo hacer lo que necesito en la vida?
¿Quien me pone los límites, yo o los demás?
Quiero volver a ver y hablar con mi madre y no puedo, porque hace hoy nueve meses que no la tengo, porque no pude hacer nada para salvarla de una enfermedad maldita.
Quiero tener un hijo, pero se niega caprichosamente a nacer.
Quiero hacer deportes, pero tengo el ligamento cruzado roto y no puedo.
Quiero escribir canciones o un libro, pero no tengo tiempo.
Quiero llorar a gritos a veces y no puedo.
Quiero reír a carcajadas, pero no encuentro motivos.
¿Será que estoy solo, o que me aíslo de los demás?.
¿Porque necesito tanto lo que no tengo y no puedo disfrutar lo que si tengo?: A Sil, a Papá, a Marcelo, Guille y Andrés, a Tomy, a Fernando y los mellizos, a la tía Edith y Mariela, que son lo que más quiero en éste mundo.
¿Porque trabajo tantas horas para ganar plata y nunca me alcanza?
¿Porque busco más confort que bienestar?
¿Porque me ocupo de cosas que no me interesan para nada, y postergo las que verdaderamente me interesan, creyendo que algún día me voy a ocupar de ellas?
¿Que espero de los demás: comprensión, o que se ocupen de mi?
¿Que esperan los demás de mí: comprensión o respuestas?
¿Cambié?, ¿me cambiaron?, ¿cambiaron los demás? o ¿así es la vida y debo aceptarla?
¿Quien puede responderme estas preguntas?: ¡NADIE!.
Nadie puede solucionarme los problemas que yo mismo no puedo resolver.
Tal vez uno de mis problemas sea no acostumbrarme a convivir con ellos y tratar de buscarle a todo solución; pero ¿como hacer para aceptar esto?
Para cambiar debería nacer de nuevo y eso es imposible; si pretendo que los demás se hagan cargo de mis problemas les generaría un problema a los demás (o sea que tampoco es la solución).
Creo que la vida es muy traicionera y que estoy en una etapa de mi vida peligrosa.
Tendré que cuidarme mucho de no equivocarme más de la cuenta, porque estoy poniendo en juego el único inmenso capital que aun me queda: LOS AFECTOS.
Ricardo E. Somoza
11/10/1996